Primeros pasos
Tres personas en una oficina alquilada. Nuestro primer cliente fue una panadería que no sabía por qué ganaba dinero en verano pero perdía en invierno. Tardamos dos meses en descubrirlo juntos.
Durante años, hemos trabajado con empresas que necesitaban entender mejor sus números. No vendemos fórmulas mágicas ni soluciones instantáneas. Lo que hacemos es sentarnos contigo y revisar las cosas con calma.
Empezamos en 2019 ayudando a pequeños negocios a no ahogarse en planillas de Excel. Hoy trabajamos con estructuras más complejas, pero seguimos siendo los mismos.
Tres personas en una oficina alquilada. Nuestro primer cliente fue una panadería que no sabía por qué ganaba dinero en verano pero perdía en invierno. Tardamos dos meses en descubrirlo juntos.
Crecimos demasiado rápido y tuvimos que replantear cómo hacíamos las cosas. Fue el año en que decidimos trabajar solo con quienes realmente quieren entender sus finanzas, no solo delegarlas.
Seguimos siendo un equipo pequeño. Rechazamos proyectos que no encajan. Preferimos trabajar bien con menos clientes que mal con muchos.
La mayoría de consultoras te venden auditorías complejas. Nosotros empezamos con una conversación honesta sobre qué esperas y qué podemos hacer juntos.
No hay plantillas universales porque cada negocio tiene su propia historia. Algunos necesitan reorganizar su flujo de caja. Otros quieren entender dónde se les va el dinero. Y hay quienes simplemente buscan alguien que les traduzca lo que dicen sus contadores.
A veces descubrimos que no necesitas nuestros servicios. Y te lo decimos.
No todos los negocios necesitan lo mismo ni al mismo tiempo. Por eso diseñamos acompañamientos que se adaptan a tu momento actual y a cómo prefieres aprender.
Nos reunimos una vez al mes en tu oficina o la nuestra. Revisamos números, contestamos dudas y ajustamos estrategias. Es como tener un compañero de finanzas que aparece cuando lo necesitas.
Si prefieres concentrar todo en jornadas completas cada tres meses, este formato funciona bien. Ideal para quienes tienen su día a día controlado pero quieren perspectiva externa periódica.
Para equipos distribuidos o quienes prefieren comunicación digital. Revisamos documentos compartidos, videollamadas cortas semanales y respuestas por correo cuando surgen dudas.
A veces solo necesitas ayuda puntual: preparar una solicitud de financiación, entender una auditoría externa o revisar contratos con proveedores. Trabajamos contigo durante el tiempo necesario.
Llevaba tres años evitando mirar mis cuentas de verdad. Siempre encontraba excusas. Con fiorantiros aprendí a no tener miedo a los números. No me vendieron software caro ni cursos interminables. Simplemente se sentaron conmigo cada mes hasta que todo empezó a tener sentido.
Si sientes que tus finanzas son un misterio o simplemente quieres una segunda opinión sobre cómo llevas las cosas, podemos tomar un café. Virtual o presencial, como prefieras.
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